¿Qué quieres hacer en la reserva?

1. Castillo de Monfragüe

Castillo de Monfragüe

El Castillo de Monfragüe es casi el techo de la Reserva. Construído por los árabes a principios del siglo IX para defender los pasos sobre el río Tajo, esta antigua fortaleza está llena de historia y leyendas y cuenta con unas vistas impresionantes del Parque Nacional de Monfragüe.

Durante la reconquista, la alcazaba árabe de Al-Monfrag pasó a manos cristianas, en el siglo XV se amplió y se construyó la Torre del Homenaje que aún hoy sigue en pié y durante cientos de años permaneció como enclave defensivo que protegía el paso entre Extremadura y Castilla. El castillo de Monfragüe perteneció durante siglos a un entramado de fortificaciones levantadas en lo alto de las sierras para defender y proteger las tierras de invasores y criminales, hasta su destrucción durante la Guerra de la Independencia. Junto a la Torre del Homenaje se puede hoy visitar la ermita de la Virgen de Monfragüe, que fue traída de Palestina por caballeros cruzados siglos antes, y que se ha mantenido en pie pese al paso de los siglos.

El Castillo de Monfragüe es también el escenario de historias y leyendas de frailes-lobo, de caballeros cristianos y de princesas moras que vagan aún por sus inmediaciones. Para descubrirlas todas, lo mejor es visitar el Centro de Interpretación Leyendas de Monfragüe en Torrejón el Rubio.

¿Por qué es imprescindible?

Desde lo alto de la torre podemos experimentar la sensación de ver el río y Monfragüe a vista de pájaro. Es uno de los miradores más impresionantes de la Reserva y en cualquier época del año te ofrecerá una experiencia que no olvidarás nunca: un cielo limpio, el gran Tajo a tus piés y kilómetros de verdes dehesas se extienden ante ti. Además, podrás hacer unas fotos espectaculares tanto del paisaje como de las aves que sobrevuelan el Castillo en su ir y venir al Salto del Gitano.

¿Cómo llegar?

A unos kilómetros de Villarreal de San Carlos encontraremos un amplio espacio de aparcamiento donde dejar nuestro vehículo. Un paseo de unos 20 minutos nos llevará hasta los pies del castillo, al que llegaremos tras un tramo de escaleras apto para todos los públicos. No es necesario estar en forma para disfrutar de la subida. También se puede ir andando desde Villarreal siguiendo una bonita ruta (itinerario rojo) de 8 kilómetros.

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