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5. Mirador de la Portilla del Tiétar

Mirador de la Portilla del Tiétar

Menos concurrido y famoso que el Salto del Gitano, el mirador de la Portilla del Tiétar ofrece al visitante un observatorio único para disfrutar de la riqueza ornitológica de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe. Vale la pena hacer un alto en el camino y dejarse hipnotizar por las garzas y cormoranes que vuelan frente a nosotros.

El macizo rocoso frente al mirador es más pequeño que Peña Falcón, sin embargo, el río baja más encajonado por lo que estamos más cerca y esto nos permite ver más en detalle las aves que anidan en frente, a pocas decenas de metros de nuestros ojos. Además, la geología es aquí más caprichosa que en el Salto del Gitano, mostrando los característicos pliegues del relieve de la Reserva.

¿Por qué es imprescindible?

No hace falta ser ornitólogo para quedarse embobado mirando el ir y venir de garzas, buitres, milanos y cigüeñas negras. El tiempo se detiene y el silencio lo envuelve todo mientras nos paramos a contemplar la naturaleza que nos rodea. Además, solo el camino para llegar ya merece la pena. Si tienes prismáticos, mejor.

¿Cómo llegar?

El mirador se encuentra en una curva de la EX-389, una de las carreteras paisajísticas que tiene la Reserva de la Biosfera y que merece la pena recorrer.

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