¿Qué quieres hacer en la reserva?

8. Romangordo

Romangordo

La oferta cultural, lúdica y natural de Romangordo es motivo suficiente para que sea una parada obligada en cualquier ruta por la Reserva de la Biosfera de Monfragüe. Esta pequeña localidad es un lugar mágico que conserva parte de la arquitectura tradicional de la zona, con sus casa de pizarra y su amplia plaza, y que se ha convertido además en un museo al aire libre.

Disfrutar de un tranquilo paseo por sus calles nos llevará a descubrir escenas de la vida cotidiana de sus gentes, de sus tradiciones y de sus costumbres. Más de medio centenar de “trampantojos”, murales pintados en puertas y fachadas de todo el pueblo que podemos recorrer y disfrutar con amigos o familia.

Otro de los atractivos de Romangordo son sus Centros de Interpretación. La Casa de los Aromas es una parada obligada para los curiosos y los aficionados a la flora; aquí podrán descubrir la gran variedad de plantas que podemos encontrar en la Reserva y sus usos tradicionales. En C.I. La Ruta de los Ingleses, podremos saberlo todo sobre la batalla del puente de Lugar Nuevo, un apasionante enfrentamiento entre las tropas inglesas y francesas durante la Guerra de la Independencia que decantó el transcurrir de la guerra en estas tierras. Y con una visita al Ecomuseo Casa del Tío Cáscoles, observaremos de primera mano cómo eran las casas donde vivían los habitantes de esta zona hace poco más de medio siglo.

Y como todas las localidades de la Reserva, Romangordo está rodeado por un entorno natural espectacular que merece la pena recorrer y disfrutar.

¿Por qué es imprescindible?

Pocos lugares en España conjugan tan bien una disciplina intrínsecamente urbana como el mural o graffiti con el alma más rural de un pequeño pueblo que ha conservado sus antiguas casas de pizarra y sus estrechas callejuelas. La mezcla sorprende al visitante que a cada paso descubre un nuevo mural que representa la esencia de la vida rural de la Reserva. ¡Seguro que te llevas un buen número de fotos!

¿Cómo llegar?

Desde la A-5 tardamos solo 5 minutos en llegar a Romangordo, aunque si preferimos disfrutar del viaje y tomarlo con calma, podemos llegar por la Nacional-V desde Almaraz, pasando por el imponente Puente de Albalat.

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