Romangordo

Romangordo se caracteriza no solo por su verde paisaje de extensas dehesas y gargantas naturales, sino por ser un verdadero museo al aire libre. Sus estrechas calles, pintadas de trampantojos con personajes típicos de la zona, oficios tradicionales y poemas, confluyen en la plaza mayor presidida por la iglesia de Santa Catalina, declarada Bien de Interés Cultural.

La mejor forma de organizar la visita es comenzar en el Centro de Interpretación Casa de los Aromas, donde se puede planificar el recorrido por los trampantojos. Cuenta también con un jardín con diferentes especies de árboles y arbustos y un pequeño laboratorio en el que se realizan actividades como la elaboración de cremas naturales y jabones ecológicos.

Durante el paso por el municipio también se puede visitar el Ecomuseo de la Casa del Tío Cáscoles donde ver cómo eran las casas de antaño y descubrir la arquitectura popular; y el Centro de Interpretación de la Ruta de los ingleses para conocer más sobre la Guerra de Independencia siguiendo la ruta histórica que recorre parajes de la sierra de Miravete.

Los alrededores de Romangordo ofrecen interesantes rutas como la que lleva al alcornoque de “El Venero”, un ejemplar de más de veinte metros de altura, declarado árbol singular de Extremadura; o la de la cueva de La Canaleja, un complejo arqueológico de gran valor, compuesto por varias cuevas ubicadas sobre la garganta de La Canaleja.