1. Puente de Albalat
Puente de Albalat
Son varios los puentes que cruzan el río Tajo a su paso por la Reserva de la Biosfera de Monfragüe pero ese de Albalat es el más imponente y uno de los menos conocidos. Situado en un extremo de la Reserva, en el término municipal de Romangordo, se eleva casi 40 metros sobre las aguas del Tajo.
Sobrio y elegante, el Puente de Albalat exhibe con orgullo en su pilar central el águila bicéfala del escudo del emperador Carlos V, quien mandó su construcción en torno al año 1550. Sus dos impresionantes ojos cuentan con la peculiaridad de no ser iguales, uno es de medio punto y el otro de ojiva apuntada.
El puente fue parcialmente destruído en 1809 durante la Guerra de la Independencia, que contó con un frente muy activo en la zona y no se reconstruyó hasta 1845.
Motivos para descubrirlo
Es el puente más importante de la Reserva, tanto por su edad como por su importancia desde el siglo XVI hasta el siglo XX. Ha sido testigo del paso de reyes, de guerras y del progreso, que lo ha relegado hoy a un monumento casi desconocido. También es un lugar tranquilo para disfrutar de la naturaleza y observar aves fluviales y es fácil llegar en kayak para pasar bajo sus piedras y verlo de una manera diferente.
¿Cuándo?
El otoño y la primavera son las mejores épocas para asegurarnos una buena temperatura y una naturaleza en todo su esplendor.
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