1. Puente del Almonte
Puente del Almonte
A pocos kilómetros al sur de Jaraicejo se encuentra el más curioso de los numerosos puentes de la Reserva: el puente sobre el río Almonte. Una de sus rarezas es que se trata de dos puentes en uno. Situado en un ensanchamiento del río su tramo más antiguo fue mandado construir por el Obispo de Plasencia, Juan de Carvajal, quien también era Cardenal de Sant’Angelo para cruzar el cauce del río. Se empezó a construir en 1440 y tiene tres arcos de medio punto coronado por un templete con los escudos de los promotores de la obra.
Pero en ciertas épocas del año, el río bajaba con gran caudal y el puente quedaba inútil, por lo que Felipe IV lo amplió en el siglo XVII añadiendo seis arcos más pequeños que aseguraban el paso del Almonte en cualquier momento. El conjunto es curioso pero de gran armonía.
Motivos para descubrirlo
No sólo es un puente formado por dos puentes, sino que a unos cientos de metros de él se levanta un viaducto del siglo XX construído para que pase la N-V y más allá, el moderno viaducto de la A-5 ganador de la prestigiosa Medalla Gustav Lindenthal. Desde el mirador cercano podemos disfrutar de una curiosa vista del pasado y el presente.
¿Cuándo?
La mejor época para contemplar los puentes sobre el Almonte es el invierno o la primavera, cuando el río baja caudaloso y las riberas están verdes.
Calcula tú ruta