1. Iglesia de la Asunción de Jaraicejo
Iglesia de la Asunción de Jaraicejo
La silueta de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción destaca desde la lejanía según nos acercamos a Jaraicejo pero lo realmente impresionante es recorrer sus pequeñas calles de casas blancas hasta llegar a una enorme plaza que sobrecogerá a más de uno. Y presidiendo la plaza, la imponente fachada de piedra de la iglesia con sus dos arcos de medio punto que dan acceso al interior.
La construcción, que data de principios del siglo XVI, fue iniciada por el obispo de Plasencia Gutierre de Vargas Carvajal sobre una parroquia que ya existía en 1284. Durante los siglos ha ido sufriendo numerosas reformas que le han otorgado un estilo ecléctico. El saqueo de las tropas francesas durante la guerra de la Independencia acabó con sus mayores tesoros, entre ellos el imponente retablo mayor. Aún así, el templo sobrecoge por sus dimensiones y la historia que se respira entre sus muros.
Motivos para descubrirlo
Es un lugar único. Una iglesia de proporciones monumentales en una pequeña localidad de casas blancas rodeada por dehesas. Y si impone su exterior, el interior es sobrecogedor por su altura y dimensiones. Hay que recorrerla para descubrir sus retablos, el coro, los antiguos sepulcros y el motivo por el que una de sus puertas lleva tapiada desde 1580.
¿Cuándo?
(Mirar si se puede visitar y cuándo).
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