Dificultad Técnica:
Es una ruta cómoda de practicar en los primeros tramos al discurrir por un camino en buen estado, pero se complica debido al desnivel que presenta al aproximarse a la zona ribereña y al hecho de que en este tramo y hasta volver a enlazar con el trazado de ida (unos 2 km) la huella de la senda es poco visible, por lo que a pesar de la frecuencia de la señalización es recomendable disponer del track del sendero descargado en un dispositivo con GPS. Además cruza el arroyo de la Casa en dos ocasiones: la primera, junto al molino, por un paso de piedras que puede anegarse en época de lluvias y la segunda por un bonito puente del s. XIX.
Recursos:
Avanza en sus orígenes por un suave paisaje adehesado de encinas (Quercus ilex subsp. ballota) salpicado de retamas (Cytisus sp.), hasta adentrarse en el ribero del arroyo de la Casa, donde aparecen algunos pequeños acebuches (Olea europaea var. sylvestris) que pronto dan paso, ya en el cauce, a una vegetación ribereña compuesta principalmente de tamujo (Securinega tinctorea). Respecto a la fauna ofrece la posibilidad de avistar grandes rapaces como alimoche (Neophron percnopterus) o buitre leonado (Gyps fulvus), así como cigüeñas negras (Ciconia nigra), un buen número de aves forestales y ribereñas, y mamíferos como el turón (Mustela putorius) o el meloncillo (Herpestes ichneomun).