Dificultad Técnica:
A pesar de que su extensión no es excesiva (7,5 km) se trata de una ruta con cierto nivel de exigencia, pues supera algunas pendientes pronunciadas en la subida y la bajada de la raña, y algunos tramos requieren cierta atención.
Recursos:
La ruta parte de la localidad entre pequeñas parcelas con algunos cultivos de olivo (Olea europea), separadas entre sí por muros de piedra seca, y avanza por la calleja Oscura que se adentra en un ondulado paisaje salpicado de retama (Cytisus sp.) y jara pringosa (Cistus ladanifer) entre encinas (Quercus ilex subsp. ballota) y alcornoques (Quercus suber) que va remontando la ladera de la raña o mesa de Cantalgallo. Una vez en la meseta el sendero discurre entre reforestaciones de estas mismas especies de quercíneas hasta llegar de nuevo al límite de la raña y descender hasta Jaraicejo por un paisaje similar al descrito a su inicio. Ofrece la oportunidad de observar una interesante comunidad de aves forestales como pinzón vulgar (Fringilia coelebs), oropéndola (Oriolus oriolus), pico picapinos (Dendocropos major), rabilargo (Cyanopica cyaneus) o rapaces como águila calzada (Aquila pennata), busardo ratonero (Buteo buteo) y numerosos buitres leonados (Gyps fulvus) de sus colonias en los cercanos riscos de las sierras de la reserva de la biosfera de Monfragüe. Las laderas de las rañas, gracias a las abundantes filtraciones de agua, presentan también una gran diversidad botánica y micológica.