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8 razones para vivir Monfragüe

El Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe es uno de los Espacios Naturales Protegidos más característicos y menos alterados de la Península Ibérica, formando así uno de los ecosistemas más originales de Europa con más de 10.000 ha de bosque mediterráneo.

Desde el año 1979 es Parque Natural y fue el primer Espacio Protegido de Extremadura. Toda la extensión del Parque Nacional es un destino único para la observación de aves, que encuentran en este entorno tan especial tallado por el Tajo, su lugar ideal de residencia. La Reserva de la Biosfera, un territorio que abarca mucho más que la extensión del Parque, es el paradigma de aprovechamiento sostenible de los recursos por el ser humano, principalmente asociado a la dehesa.

Por eso te damos 8 razones por las que Monfragüe merece la pena:

  1. Arquitectura: La Reserva de la Biosfera de Monfragüe está repleta de una arquitectura testigo de un pasado no muy lejano en el que los campos estaban habitados por familias que vivían y trabajaban en ellos. La construcción más representativa y que más abunda es el chozo. El chozo es un valor perteneciente a la cultura pastoril. Otro asentamiento ganadero es la majada. En el lado opuesto destacan los cortijos, edificios de los dueños de los latifundios. Destaca también la importancia de algunos puentes vinculados principalmente al trazado de las vías pecuarias. Los hornos tejeros o molinos harineros, construcciones que se encontraban en las afueras de los pueblos, arroyos o ríos secundarios.

  1. Gastronomía: La gran variedad de especies vegetales son la base de los platos y productos más típicos de la cultura popular de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe. Platos muy similares a los de la cocina tradicional extremeña. Destacan las sopas como las “de ajo, de cachuelas, canas, chifonas, de espárragos silvestres, de leche, de patatas, de tomates…”, muchas veces acompañadas con fruta del tiempo. Las aceitunas y sus diversas variaciones, como las “de año, machás, negras, rajás, verdes guisás, endulzás o aliñás”. La gran gama de carnes, especialmente las carnes de caza guisadas: “caldereta de cabrito, chuletillas de cordero, magro asao de cerdo, arroz con liebre, conejo con patatas o con tomate, perdiz estofá, chorizo de venao y jabalí…”. La tradicional repostería para fechas señaladas: “arrope, buñuelos, dedos de santo o tururillos, mantecaos, el membrillo y su almíbar, natillas y calostros, orejones, perrunillas, rizos, torrijas…”.

  1. Tradiciones únicas: Este territorio siempre ha estado muy preocupado por conservar su folklore. En la Reserva de la Biosfera de Monfragüe y, por tanto, en sus 14 núcleos de población, quedan marcados numerosos días con tradiciones festivas, concurridas y vistosas procesiones, jornadas bullangueras, celebraciones, ritos religiosos sacros o paganos, acontecimientos de todo tipo con un enorme vínculo en ocasiones al mundo vegetal y que se remontan, en la mayoría de los casos, a arcaicas tradiciones.

  1. Oficios tradicionales: Resulta muy fácil adentrarse en Monfragüe y poder entablar conversación con sus vecinos, capaces de recordar el uso que se hacía de la tierra en la zona. En los suelos de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, a pesar de resultar muy escasos y un tanto ácidos, se ha practicado una agricultura extensiva de cultivos cerealistas de secano, además de los huertos y pequeñas muestras de cultivos de regadíos en las vegas de los ríos y arroyos así como en las dehesas. El trabajo del pastor, el apicultor, cabrero, o la cestería, son algunos oficios típicos del territorio.

  1. Clima: Las temperaturas de la Reserva de la Biosfera se engloban en lo que sería un clima mediterráneo, típico de Extremadura. No obstante, por su situación alejada del mar, también tienen influencias continentales, con las particularidad que le confieren la orientación de las sierras y la presencia de los ríos, generando un ecosistema con un microclima que lo hace único.

  1. FAUNA: la Reserva de la Biosfera de Monfragüe es el principal refugio de la fauna europea mediterránea y la riqueza de su biodiversidad se debe en gran medida a la variedad de sus ecosistemas. Por lo tanto, sería impensable entender estas tierras sin la silueta de un buitre o el canto de un mirlo. La importancia de Monfragu¨e no solo esta´ en sus aves, sino en el resto de su fauna. Todo en su conjunto hace que el buitre, y otras muchas especies, encuentren en Monfragu¨e su espacio, y hagan de estas tierras, probablemente, el ecosistema mediterráneo más importante del mundo.

En Monfragüe existen 193 especies de aves, 48 de mamíferos, 20 de reptiles, 12 de anfibios y 10 de peces. De ellas, 49 especies se consideran amenazadas.

  1. FLORA: Monfragüe conserva una de las más extensas y mejor conservadas manchas de bosque y matorral mediterráneo, que hacen que sea considerado como uno de los últimos ecosistemas vírgenes del continente europeo. Además, en el Parque podemos encontrar diversas formaciones y ecosistemas naturales: roquedos, bosque mediterráneo, riberas de ríos y arroyos y dehesas. Existen más de 1.400 especies vegetales, lo que supone ¡casi tres cuartas partes de todas las especies que habitan en Extremadura! Pero además, muchas de estas especies son endemismos, es decir, especies que crecen solo en algunos lugares de la Península Ibérica y que aquí, en Monfragu¨e, han encontrado un espacio para vivir.

  1. Estilo de vida saludable: gracias a su tranquilidad, su paz, perfecta para perderse y desconectar del mundo. Rutas como la del Cerro Gimio, El Castillo o La Tajadilla, que hacen que aparques la vida sedentaria para adentrarte en plena naturaleza y disfrutar de sus paisajes, su flora y su fauna.

Su arquitectura, gastronomía tradicional, sus fiestas y folklore extremeño, sus oficios tradicionales, su clima mediterráneo, su flora y fauna, tan características de la zona, y por supuesto, su estilo de vida saludable, son razones más que suficientes para vivir y adentrarse en Monfragüe.

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